Campesinos de los ejidos de Donají y Palomares, en el Istmo de Tehuantepec, expulsaron de sus tierras a trabajadores de la empresa La Peninsular, cuando intentaban continuar con las labores de limpieza a los costados de las vías del tren transístmico.
En Donají, que pertenece al municipio de Matías Romero, los trabajadores de la referida constructora ingresaron a los terrenos de la señora Valentina Rojas Juárez, donde pretendían realizar labores de desmonte en las inmediaciones de las vías del tren que corre de Salina Cruz a Coatzacoalcos.
De igual forma, los campesinos de los ejidos Otilio Montaño, Nuevo Progreso y Palomares, de Matías Romero, expulsaron a otro grupo de obreros de la misma compañía, que había ingresado a sus terrenos.
Los campesinos de esa zona ubicada en el norte del Istmo, acordaron, desde junio del año pasado, que no permitirán el ingreso de los trabajadores de la empresa contratada por el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), para modernizar las vías del tren transístmico.
Como resultado de ese acuerdo, en diversas ocasiones los ejidatarios han expulsado a los obreros que pretendían hacer trabajos de topografía, acarreo de durmientes de concreto, rieles y desmonte en las cercanías de las vías ferroviarias.
El gobierno federal, liderado por Andrés Manuel López Obrador, con el apoyo de los gobiernos de Oaxaca y Veracruz, trabajan en un ambicioso plan de infraestructura comercial que impulse las economías de la zona sur y sureste del país, similar al del Canal de Panamá, pero que tenga mayor cercanía y menor costo en su operación. Tardaría al menos tres años.
Desde el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, hasta Coatzacoalcos, Veracruz, la vía férrea tendrá un alcance aproximado de 300 kilómetros. Con el apoyo de los puertos, la mercancía se movería por el paso interoceánico en menos de 10 horas; cruzar hasta el Canal de Panamá representa seis días más.
Así, el “canal seco” permitirá la conexión comercial entre Asia, EU y Europa, con el propósito de convertir a México en una plataforma logística a nivel mundial.
El Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec tiene como objetivo el crecimiento de la economía regional con pleno respeto a la historia, la cultura y las tradiciones del Istmo oaxaqueño y veracruzano, afirmó Rafael Marín Mollinedo, en el 2018, cuando se presentó.
Por ello, el Gobierno de México, indicó, instrumentó la consulta previa, libre e informada que la ley mandata, para construir una ruta compartida para el bienestar de la región, donde se asientan chontales, huaves, mixes, zapotecas, zoques, nahuas y popolucas.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió el martes 19 de noviembre del 2019 al primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, con quien acordó elaborar un plan de manejo portuario e impulsar el desarrollo del Istmo de Tehuantepec.
“Me entrevisté con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien. Es el primer jefe de Estado de Asia que nos visita. Hicimos el compromiso de fortalecer relaciones económicas y elaborar un plan para el manejo de los puertos de Salina Cruz (y) Coatzacoalcos, e impulsar el Istmo de Tehuantepec“, informó López Obrador en Twitter.
Previamente, durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario mexicano dijo que el objetivo del encuentro con el líder de Singapur sería “establecer un convenio de coordinación, sobre todo en materia comercial”.
“Ellos son expertos en el manejo de puertos, administran puertos de manera exitosa y han ayudado en la concepción para el manejo de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos en el Istmo, por el proyecto que tenemos. Sobre eso gira básicamente el encuentro de hoy”, manifestó.
El presidente resaltó que Singapur tiene buenas relaciones tanto con Estados Unidos como con China, “y nosotros lo que no queremos es meternos en problemas tomando partido por un país hegemónico o por otro”.