El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, advirtió este lunes en una entrevista con ABC que la isla se está preparando para la guerra con China e instó a Australia a intensificar el intercambio de inteligencia y la cooperación en seguridad.
«La defensa de Taiwán está en nuestras propias manos y estamos absolutamente comprometidos con eso», señaló el funcionario. «Si China va a lanzar un ataque contra Taiwán, creo que ellos también sufrirán tremendamente», agregó. «Nos gustaría participar en intercambios de seguridad o inteligencia con otros socios de ideas afines, incluida Australia, para que Taiwán esté mejor preparada para hacer frente a la situación de guerra», continuó el ministro.
Al mismo tiempo, Wu afirmó que Taiwán acogió con satisfacción la recién anunciada asociación estratégica AUKUS entre Australia, Reino Unido y EE.UU., así como la cumbre del Quad, alianza informal de EE.UU. y sus aliados en el Indo-Pacífico.
Taiwán es uno de los epicentros de la confrontación geopolítica entre China y EE.UU. Pekín considera a la isla como una provincia propia, mientras que para Washington se trata de un «vecino» democrático de China.
Debemos estar muy atentos a los movimientos de la pequeña isla asiática, ya que EEUU ha elegido la industria de los semiconductores como campo de batalla para su competencia geoestratégica con China.
El principal problema de China es la fabricación de chips de alta gama, que es virtualmente un monopolio global de EEUU, que tiene el 80% del mercado en algunos procesos de fabricación y diseño de chips. Cuando se trata de tecnología de los chips, la fuerza impulsora es la miniaturización y la compañía taiwanesa TSMC, es una de las principales del mundo.
Al respecto, el gobierno mexicano ha conversado con su contraparte estadounidense sobre la producción en México de “una parte importante” de los semiconductores y software en esa misma industria.
Al mismo tiempo, ambos gobiernos sostienen conversaciones sobre qué tanto Valor de Contenido Regional se le asignaría a México en estos proyectos para el cumplimiento de las reglas de origen en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Paralelamente, el gobierno estadounidense modificó las reglas para restringir la capacidad de Huawei de contratar chips semiconductores de instalaciones en el extranjero que utilizan tecnología estadounidense, como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).
Por su parte, Eduardo Solís, consultor internacional de la empresa MS Quare, indicó que la industria automotriz está en un proceso de recuperación lento, por el desabasto de semiconductores, por lo que México requiere de incentivos multimillonarios “que no tenemos”.
Por ello, indicó que tenemos que ser capaces de atraer a la industria periférica de semiconductores, en temas como el diseño, la validación, las pruebas, el empaque, el encapsulamiento y ya tenemos plantas de México haciendo eso.
“Una planta de semiconductores realiza inversiones entre 3,500 a 4000 millones de dólares, por lo que el tamaño del incentivo gubernamental debe oscilar entre 800 y 1,000 millones de dólares, “(pero) no tenemos esa cantidad de dinero, para tener una planta de semiconductores”, indicó.