El día de ayer durante la conferencia de prensa del presidente López Obrador, Elizabeth García Vilchis informó que la nota publicada sobre una supuesta inclinación en una de las torres del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, era falsa.
Vilchis explicó que esta información —publicada en una serie de tuits por usuarios de redes sociales— es totalmente falsa. Al respecto, aseguró que lo inaudito no son los posts, sino el hecho de que varios medios retomaron esa información para realizar notas y publicarlas.
Uno de esos medios, fue la revista Proceso, la cual al parecer, decidió borrar su contenido. El hecho fue notado por usuarios de redes sociales, quienes de inmediato cuestionaron al semanario por haber bajado su contenido.
La respuesta a por qué Proceso borró su nota, es evidente: su contenido carecía de sustento y estaba únicamente basado en el decir de un twittero que tampoco parecía tener más datos.
Y es que la intención de Proceso parece ser evidente: tirar la piedra y esconder la mano. O al menos así es como lo vieron las personas, para quienes la revista solo buscó hacer daño y después cubrir las evidencias.
Ante tal hecho, la comparación es evidente: Proceso no solo pierde su credibilidad, sino que cada día se parece más periódicos como Reforma, los cuales la gente ya identifica por sus fake news.