La oposición y el Gobierno de Venezuela aplazaron este domingo sus negociaciones hasta el 3 de septiembre tras sus “reuniones constructivas” en México, en medio del optimismo oficial y la impaciencia de algunos sectores opositores.
El Gobierno de México recibió críticas en 2019 cuando fue de los pocos países de la región en no reconocer al opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y apostar, en su lugar, por un diálogo entre la oposición y el Gobierno.
El Gobierno mexicano expresó este martes que desea que el diálogo de paz entre la oposición y el Gobierno Venezuela, que ha albergado en el país en días recientes, resulte en acuerdos y el levantamiento de sanciones internacionales.
Cuestionado por el posible rol de México en un diálogo entre Estados Unidos y Venezuela, el canciller Ebrard respondió que «no corresponde» al país ese papel.
La respuesta del canciller pasó a mencionar que después de no sesionar, en buena parte debido a las administraciones Trump y López Obrador, uno de los primeros acuerdos entre la recién llegada Administración Biden y el gobierno de México fue reinstalar el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), anunciado en la visita de Kamala Harris. Además de sorpresas para el desarrollo económico de nuestro país.
El objetivo principal del DEAN era “avanzar en las prioridades económicas y comerciales estratégicas de ambos países para promover el crecimiento económico mutuo, la creación de empleo y la competitividad regional y global”.
Sesionaba cada año, pero en los entre tiempos se iban desarrollando los trabajos a través de grupos a nivel técnico, que se encargaban de implementar los acuerdo y de preparar las reuniones anuales a nivel ministerial.
Hoy Marcelo Ebrard da pasos agigantados hacia el desarrollo de las dos naciones, sin dejar de lado el papel de México con el resto de Latinoamérica y el mundo.