Después de haberse quejado ante la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, por la falta de recursos para atender las necesidades y servicios básicos en sus demarcaciones. La recién electa alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, que pareció olvidar el discurso de una infancia con limitaciones económicas, con el que se presentó para ganar simpatías, montó en espectáculo cuasi monárquico para su primer llegada al inmueble que ocupará durante los próximos tres años.
Cuevas, muy alejada de lo que significa el servicio público, sobre todo en una zona en la que según los registros oficiales está caracterizada por altos niveles de inseguridad, pobreza y marginación, mandó colocar una alfombra roja que fue extendida a lo largo de la explanada hasta llegar a los pasillos del edificio sede de gobierno en Cuauhtémoc, la cual nada más sirvió para recibir a Sandra Cuevas como nueva alcaldesa.
El acto que más parecía la presentación de una película de moda en algún festival de cine europeo, incluyó cierre de vialidades, interrupción del servicio del Metrobús, fuegos artificiales y lujosas carpas ambientadas como antro noventero con luces neón, periqueras, salas tipo “lounge”, pantallas y hasta fuegos artificiales.
Pero los líderes de los comerciantes ambulantes y sus agremiados, que con su voto corporativo dieron el triunfo a la nueva alcaldesa, se tuvieron que conformar con ver el show montado por Cuevas desde la distancia, detrás de las vallas colocadas precisamente para impedir su acceso, a pesar de haber sido convocados para producir una percepción de aceptación popular.
Por supuesto que no podían faltar entre los invitados especiales personajes como Jesús Zambrano, líder nacional del Partido de la Revolución Democrática, Mariana Gómez del Campo y Xóchitl Gálvez, del Partido Acción Nacional para avalar con su presencia el dispendio del evento, que permite dar un vistazo a las pretensiones de estos políticos, que fueron acompañados por empresarios del espectáculo beneficiados ampliamente por la generosidad de los gobiernos del régimen neoliberal, como la gris exdiputada Carmen Salinas y Paquita la del Barrio.