En meses recientes más de la mitad de los trabajadores que se encontraban bajo el esquema de outsourcing han sido contratados directamente por las empresas para las que en realidad prestaban sus servicios, en movimientos que significaron un incremento promedio de 12 por ciento en sus salarios, informó Carlos Romero Aranda, procurador fiscal de la Federación de la Secretaría de Hacienda.
Hasta antes que fuera aprobada una reforma legal que impide a las empresas subcontratar trabajadores para evadir obligaciones laborales y fiscales trabajaban bajo ese esquema poco más de cinco millones de personas, de los que a la fecha 2.6 millones ya fueron contratados directamente por las empresas, mencionó.
En entrevista con La Jornada, el funcionario advirtió que si las autoridades descubren que las firmas incurren en malas prácticas para evadir el pago de prestaciones sociales e impuestos o no reconocen sus relaciones laborales al pagar los tributos correspondientes, “ya valieron queso”.
En septiembre vence el plazo para que sean aplicados en su totalidad por las empresas los cambios legales que prohíben la subcontratación. En ese contexto, el procurador fiscal destacó que se trata de “una reforma estructural en beneficio completamente de los trabajadores, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Infonavit y del fisco”.
“¿Qué beneficios tiene el trabajador? Que ya están cotizando con su salario real. El segundo beneficio es que están cotizando al IMSS y al Infonavit como debe ser: entregando las cuotas respectivas.”
Agregó que ello “da lugar a retenciones adecuadas de impuestos sobre la renta y esto va a dar lugar en el futuro a que tengan derecho a la participación de las utilidades de la empresa (PTU)”.
El procurador fiscal advirtió que si las empresas violan la ley, corren el riesgo de que no sean deducibles sus comprobantes, que no sea acreditable el IVA, que la autoridad determine las cuotas obrero patronales omitidas. “Y no solo eso, que puedas ubicarte en un delito de defraudación fiscal y que además cárcel hasta por 13 años. ¡Pues que se animen!”